Está
científicamente probado que ante una situación amenazante se dispara el sistema
simpático y el cuerpo se pone en alerta. “Todas las mentiras generan una
reacción psicofisiológica. Cuando alguien está afirmando algo a la vez que
levanta ligeramente los hombros, es posible que esté mintiendo.
Se mantiene muy quieto
Es de
dominio común que cuando una persona está nerviosa se pone inquieta. Pero, ¿qué
pasa con las personas que permanecen inmóviles? Tener una postura rígida puede
ser una señal de que alguien está nervioso y se prepara para un posible
enfrentamiento. Cuando sostienes una conversación normal, es natural que muevas
tu cuerpo de una manera sutil y relajada, con movimientos inconscientes. Así
que, si percibes una postura rígida, desprovista de movimiento, algo podría
estar mal.
Cubre partes vulnerables de su cuerpo
Cuando
están mintiendo, las personas suelen cubrir instintivamente partes vulnerables
de su cuerpo. Esto puede incluir áreas como el cuello, pecho, cabeza o abdomen.
De acuerdo con la experta, quien ha trabajado en investigaciones para el FBI,
ésta es una actitud común en los tribunales. “Siempre puedo saber cuándo el
testimonio de alguien ha dado en el clavo porque el acusado cubre su garganta
con la mano”, explica.
Brazos
Denota
ansiedad, nerviosismo o miedo, sobre todo cuando se toca la horquilla esternal
(el hueso en forma de “v” que está debajo de la garganta). Los hombres suelen
ocultarlo ajustándose la corbata.
Las
mentiras provocan una sensación de picor u hormigueo en la cara y en el cuello
que invitan a rascarse. Por eso, a las personas que les han pillado en la
mentira recurren al gesto de tirar del cuello de la camisa. También se produce
con el enfado o la frustración.
Bajar o esconder los pulgares.
Puños
apretados con los pulgares metidos en indican malestar. Cuando alguien nos dice
enfáticamente que están diciendo la verdad o dando muchos detalles sobre algo
en particular, queremos ver que los pulgares estén visibles.
Sin
embargo, esconderlos mientras se habla está relacionado con guardarse parte de
la información.
Señala mucho
Cuando
un mentiroso es hostil o está a la defensiva, busca la forma de regresarte la
pelota. Se volverá hostil porque se enojará de que has descubierto sus
mentiras, lo que puede dar lugar a una gran cantidad de señalamientos.
Piernas
Mueve los pies
Ésta
es una de las primeras señales delatoras de una mentira. El mentiroso potencial
se siente incómodo y nervioso, por lo que mueve las piernas sin siquiera darse
cuenta. Esto muestra también que desea salirse de la situación, alejarse de
ella. Los pies pueden decir mucho de alguien: fíjate en ellos cuando estés en
medio de una negociación importante.
Posturas
Movimiento de partes del cuerpo.
En
una situación cómoda las personas tienden a ocupar espacio extendiendo sus
brazos y piernas. En una persona que miente, su posición se mantendría cerrada;
las manos tocarían su cara, orejas o la parte trasera del cuello. Brazos y
piernas cerradas y falta de movimientos puede ser un signo de no querer dar
información.
Se
trata de una señal de distanciamiento que puede ser muy sutil, sobre todo
cuando la persona está sentada (puede tratar de ocultarlo al reacomodarse en la
silla). A veces el cuerpo contradice las palabras y es un claro síntoma de que
la gente está mintiendo.
El alivio de la retirada
La
última técnica que debemos aprender para detectar mentiras es, sin duda alguna,
la más difícil de aplicar. Se basa en la siguiente premisa:
“Cuando
una persona está siendo interrogada de manera inquisitiva, se mantendrá a la
defensiva y su cuerpo estará tenso. En el momento que el interrogatorio
termine, pueden ocurrir una de dos cosas: O bien la persona ´contrataca´
diciendo lo injusto que hemos sido en pensar que está mintiendo, o bien se
queda callada y su cuerpo se relaja por unas décimas de segundo.”
Cabeza
La sien perlada
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