miércoles, 14 de marzo de 2018

Lenguaje de mentiras corporal



Está científicamente probado que ante una situación amenazante se dispara el sistema simpático y el cuerpo se pone en alerta. “Todas las mentiras generan una reacción psicofisiológica. Cuando alguien está afirmando algo a la vez que levanta ligeramente los hombros, es posible que esté mintiendo.
Se mantiene muy quieto
Es de dominio común que cuando una persona está nerviosa se pone inquieta. Pero, ¿qué pasa con las personas que permanecen inmóviles? Tener una postura rígida puede ser una señal de que alguien está nervioso y se prepara para un posible enfrentamiento. Cuando sostienes una conversación normal, es natural que muevas tu cuerpo de una manera sutil y relajada, con movimientos inconscientes. Así que, si percibes una postura rígida, desprovista de movimiento, algo podría estar mal.

Cubre partes vulnerables de su cuerpo
Cuando están mintiendo, las personas suelen cubrir instintivamente partes vulnerables de su cuerpo. Esto puede incluir áreas como el cuello, pecho, cabeza o abdomen. De acuerdo con la experta, quien ha trabajado en investigaciones para el FBI, ésta es una actitud común en los tribunales. “Siempre puedo saber cuándo el testimonio de alguien ha dado en el clavo porque el acusado cubre su garganta con la mano”, explica.
Brazos
Denota ansiedad, nerviosismo o miedo, sobre todo cuando se toca la horquilla esternal (el hueso en forma de “v” que está debajo de la garganta). Los hombres suelen ocultarlo ajustándose la corbata.
Las mentiras provocan una sensación de picor u hormigueo en la cara y en el cuello que invitan a rascarse. Por eso, a las personas que les han pillado en la mentira recurren al gesto de tirar del cuello de la camisa. También se produce con el enfado o la frustración.
Bajar o esconder los pulgares.
Puños apretados con los pulgares metidos en indican malestar. Cuando alguien nos dice enfáticamente que están diciendo la verdad o dando muchos detalles sobre algo en particular, queremos ver que los pulgares estén visibles.
Sin embargo, esconderlos mientras se habla está relacionado con guardarse parte de la información.
Señala mucho
Cuando un mentiroso es hostil o está a la defensiva, busca la forma de regresarte la pelota. Se volverá hostil porque se enojará de que has descubierto sus mentiras, lo que puede dar lugar a una gran cantidad de señalamientos.
Piernas
Mueve los pies
Ésta es una de las primeras señales delatoras de una mentira. El mentiroso potencial se siente incómodo y nervioso, por lo que mueve las piernas sin siquiera darse cuenta. Esto muestra también que desea salirse de la situación, alejarse de ella. Los pies pueden decir mucho de alguien: fíjate en ellos cuando estés en medio de una negociación importante.
Posturas
Movimiento de partes del cuerpo.
En una situación cómoda las personas tienden a ocupar espacio extendiendo sus brazos y piernas. En una persona que miente, su posición se mantendría cerrada; las manos tocarían su cara, orejas o la parte trasera del cuello. Brazos y piernas cerradas y falta de movimientos puede ser un signo de no querer dar información.

Se trata de una señal de distanciamiento que puede ser muy sutil, sobre todo cuando la persona está sentada (puede tratar de ocultarlo al reacomodarse en la silla). A veces el cuerpo contradice las palabras y es un claro síntoma de que la gente está mintiendo.
El alivio de la retirada
La última técnica que debemos aprender para detectar mentiras es, sin duda alguna, la más difícil de aplicar. Se basa en la siguiente premisa:
“Cuando una persona está siendo interrogada de manera inquisitiva, se mantendrá a la defensiva y su cuerpo estará tenso. En el momento que el interrogatorio termine, pueden ocurrir una de dos cosas: O bien la persona ´contrataca´ diciendo lo injusto que hemos sido en pensar que está mintiendo, o bien se queda callada y su cuerpo se relaja por unas décimas de segundo.”
Cabeza
La sien perlada

Esta reacción es provocada de manera natural por la amígdala cuando tu sistema límbico presiente que te encuentras ante un peligro inminente. En vez de esperar a que entres en actividad física que eleve tu temperatura y que provoque la correspondiente sudoración para calmarla, el cuerpo se anticipa provocando una transpiración que, por la ausencia de esfuerzo, sientes más fría de lo normal.fuente del texto

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