Después
de la teoría y leer los trucos anteriores, nos ponemos a escudriñar a la gente.
Volviendo al ejemplo de nuestra cita, queremos aplicar estos conocimientos, fruncimos
el ceño y miramos fijamente a nuestra víctimaa nuestro sospechoso. Notamos un
leve nerviosismo en nuestra pareja, quizás una sonrisa no del todo simétrica y
nos esquiva la mirada. ¿Sospechoso? ¿Vamos pensando en tirar de agenda para la
próxima?
Hay
dos riesgos principales que no pueden ser ignorados por un buen detector de
mentiras. Primero, el riesgo de Brokaw, que consiste en no tener en cuenta las
diferencias individuales y juzgar cada indicio de igual manera en diferentes
personas. Puede que una persona sea tímida y se ponga siempre nerviosa cuando
es el centro de atención o le preguntan sobre sus sentimientos; nuestra pareja
podría pertenecer a este grupo.
Un
segundo factor a tener en cuenta, es no caer en el error de Otelo, o lo que es
lo mismo, no advertir que la gente que dice la verdad, también puede mostrar
indicios de mentira. Siguiendo nuestro ejemplo, nuestro acompañante puede estar
interesado en nosotros y ponerse nervioso porque quiere que no dudemos de su
palabra.
Otro
error común es pensar que, porque no encontramos signos en una persona, esta
nos está diciendo la verdad. Tampoco podemos pensar que una persona nos dice la
verdad porque las consecuencias de lo que dice sean negativas para ella; hay
mentiras que se llaman altruistas, como por ejemplo un padre “confesando” para
exculpar a su hijo de una condena. Un hábil embustero puede confesar con sorna,
ridiculizando la sospecha sobre él y así librándose de ella. Por último, un
mentiroso puede estar curtido en la técnica de Stanislavski, que consiste en
entrenarse en el recuerdo de situaciones que conllevaron, claramente, una
emoción, para de esta forma simularla cuando se desee.
La
detección de mentiras y las emociones (ocultas) están estrechamente
relacionadas. Detectar una emoción (oculta) es clave para valorar como cierto o
no lo que se nos está diciendo. Nos queda todo un mundo hasta que sepamos todo
sobre cómo funcionan las emociones en nosotros, y más lejos estamos aún de
conocer realmente cómo funcionan las mentiras y un mentiroso. En el mejor de
los casos, hoy en día, solo podemos acumular indicios.
Aunque
no hay una forma de conocer con toda certeza si una persona miente o no, si
tenemos ciertas pistas que pueden ayudarnos a desenmascararlas. A continuación,
os dejamos una lista de trucos y consejos.
fuente del texto
fuente del texto
0 comentarios:
Publicar un comentario