miércoles, 14 de marzo de 2018

Riesgos y precauciones al buscar mentiras


Después de la teoría y leer los trucos anteriores, nos ponemos a escudriñar a la gente. Volviendo al ejemplo de nuestra cita, queremos aplicar estos conocimientos, fruncimos el ceño y miramos fijamente a nuestra víctimaa nuestro sospechoso. Notamos un leve nerviosismo en nuestra pareja, quizás una sonrisa no del todo simétrica y nos esquiva la mirada. ¿Sospechoso? ¿Vamos pensando en tirar de agenda para la próxima?
Hay dos riesgos principales que no pueden ser ignorados por un buen detector de mentiras. Primero, el riesgo de Brokaw, que consiste en no tener en cuenta las diferencias individuales y juzgar cada indicio de igual manera en diferentes personas. Puede que una persona sea tímida y se ponga siempre nerviosa cuando es el centro de atención o le preguntan sobre sus sentimientos; nuestra pareja podría pertenecer a este grupo.
Un segundo factor a tener en cuenta, es no caer en el error de Otelo, o lo que es lo mismo, no advertir que la gente que dice la verdad, también puede mostrar indicios de mentira. Siguiendo nuestro ejemplo, nuestro acompañante puede estar interesado en nosotros y ponerse nervioso porque quiere que no dudemos de su palabra.
Otro error común es pensar que, porque no encontramos signos en una persona, esta nos está diciendo la verdad. Tampoco podemos pensar que una persona nos dice la verdad porque las consecuencias de lo que dice sean negativas para ella; hay mentiras que se llaman altruistas, como por ejemplo un padre “confesando” para exculpar a su hijo de una condena. Un hábil embustero puede confesar con sorna, ridiculizando la sospecha sobre él y así librándose de ella. Por último, un mentiroso puede estar curtido en la técnica de Stanislavski, que consiste en entrenarse en el recuerdo de situaciones que conllevaron, claramente, una emoción, para de esta forma simularla cuando se desee.
La detección de mentiras y las emociones (ocultas) están estrechamente relacionadas. Detectar una emoción (oculta) es clave para valorar como cierto o no lo que se nos está diciendo. Nos queda todo un mundo hasta que sepamos todo sobre cómo funcionan las emociones en nosotros, y más lejos estamos aún de conocer realmente cómo funcionan las mentiras y un mentiroso. En el mejor de los casos, hoy en día, solo podemos acumular indicios.

Aunque no hay una forma de conocer con toda certeza si una persona miente o no, si tenemos ciertas pistas que pueden ayudarnos a desenmascararlas. A continuación, os dejamos una lista de trucos y consejos.
fuente del texto

0 comentarios:

Publicar un comentario

Teste Teste Teste